Actualmente las normas que el SENIAT está implementando apuntan hacia la incorporación de equipos fiscales para la emisión de las facturas en nuestros negocios. En este sentido explicare un poco sobre lo que es y representa una impresora fiscal que normalmente es el dispositivo que se comunica con la computadora para imprimir documentos fiscales.
En términos sencillos, una impresora fiscal es un dispositivo dotado de una serie de módulos electrónicos programables capaces de gestionar y almacenar los montos correspondientes a los documentos emitidos. En la gestión de estos montos se encuentran el cálculo de los diversos impuestos del IVA según las tasas correspondiente a cada producto y recientemente el cálculo del impuesto a las grandes transacciones financieras IGTF.
La impresora genera al final de la jornada el reporte de cierre conocido como reporte Z, que actualmente por resolución, debe ser enviado de forma automática y directa a los servidores del SENIAT por medio de una conexión a internet que la impresora realiza vía WiFi.
Se han estado manifestando inquietudes respecto a la implementación de estos dispositivos, debido a su representativo costo así como también a la dificultad de integración de los sistemas administrativos capaces de gestionar la cantidad de modelos y marcas de impresoras existentes en el mercado. En este sentido, recomiendo el uso de la impresora fiscal ISC-880 distribuida por la empresa SIMONIDES C.A, bajo la autorización del fabricante ISC-Bunker Ramo C.A, integrada al sistema administrativo SIMONIDES desarrollado por la empresa SIMONIDES C.A. La integración del sistema a la impresora fiscal ha dado excelentes resultados cubriendo todas las necesidades de impresión fiscal que la empresa requiera.
Normalmente las impresoras fiscales más usadas son las térmicas con un rollo de 80mm de ancho de papel, pero existen modelos que imprimen en matriz de punto con papel blanco tamaño carta o media carta.
Cuando hablamos de documentos fiscales, la norma engloba todo lo relacionado a las facturas, notas de crédito, notas de débito y los reportes Z. Estas impresoras están diseñadas para emitir estos documentos con sus respectivos números correlativos los cuales son almacenados en la memoria fiscal de la impresora.
Cada modelo de impresora trae sus propias características, una memoria fiscal con cierta capacidad de almacenamiento, una vida útil del mecanismo de impresión, impresión avanzada de etiquetas, códigos de barras, logos, entre otros.
Las impresoras fiscales están sujetas a fiscalización y deben ser revisadas 2 veces al año como una especie de mantenimiento el cual se llevara registro en el cuaderno de control técnico que la impresora trae.
Una problemática que la empresa encuentra a la hora de implementar una impresora fiscal, es la incertidumbre que su sistema administrativo sea o no compatible con la impresora fiscal que se desea adquirir. Efectivamente no todos los sistemas gestionan todas las impresoras existentes. Sin embargo, los sistemas si pueden ser integrados a diversas marcas y modelos de impresoras fiscales, dependerán del soporte y asistencia técnica que la casa de software o el distribuidor del sistema ofrezcan a sus clientes.
La integración de un sistema administrativo a una impresora fiscal es un proceso técnico el cual conlleva la implementación de tecnología de software y la programación de procesos que sean capaces de gestionar la impresora desde el sistema. En este sentido, para integrar una impresora fiscal a un sistema administrativo, el fabricante y/o distribuidor deben garantizar las tecnologías necesarias que permitan la comunicación entre la impresora y el sistema. Normalmente se pueden gestionar estas impresoras por medio de una librería de funciones (DLL), un componente OCX, los cuales pueden ser integrados al sistema y manejar las funciones de forma sencilla. De igual forma, existe el protocolo de comunicación de bajo nivel, que representa una serie de comandos que son enviados directamente desde el sistema a la impresora por medio del puerto serial, gestionando de forma directa todas las funciones de la impresora. Este método es un poco más complicado para la integración pero garantiza la comunicación entre diferentes marcas y modelos. Todo lo referente a las DLL, OCX y el protocolo de comunicación deben ser suministrado por el fabricante o distribuidor, los archivos de las librerías para los diferentes lenguajes de programación compatibles con sus respectivos manuales descriptivos. Cuando un sistema está programado en un determinado lenguaje para lo cual el fabricante no ha realizado las DLL ni los OCX, es cuando se debe utilizar el protocolo de comunicación de bajo nivel, ya que esta es la manera directa de establecer comunicación y control con la impresora desde el sistema sin necesidad de interfaces intermedias (DLL,OCX). Esta es la razón por la que el sistema administrativo SIMONIDES es compatible con la mayoría de impresoras fiscales existentes, dado que se puede integrar por las DLL y OCX si el fabricante las dispone o por medio del protocolo de bajo nivel siempre y cuando el fabricante suministre el manual.
La implementación de una impresora fiscal puede acarrear un desembolso inicial de capital, pero será un ahorro a largo plazo debido al bajo consumo en insumos y bajo mantenimiento que requieren.
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